Un psicólogo es un profesional de la salud mental experto en la conducta humana. El título de psicólogo se obtiene a través de la carrera universitaria de psicología de 4 años de duración y, además, para intervenir en la salud de las personas es necesaria una formación post grado especializante y habilitadora de 2 años de duración, por lo que al menos, es necesario 6 años de formación.

Cuando notas (o notan tus allegados) que algo no marcha bien en tu vida, que las cosas no eran como antes o no logras que sean como tú deseas; es posible que sea conveniente ir al psicólogo, especialmente, si tienes pensamientos o emociones desagradables o conductas perjudiciales para ti u otras personas. Por ejemplo, puedes sentirme muy ansioso todo el día, preocupado o deprimido, enfadado, desmotivado o no comprendido. Es posible que también puedas haber empezado a dormir mal, aumentar o disminuir de peso, beber o fumar más de lo habitual, etc. Según la Organización Mundial de Salud (OMS), la salud mental consiste no sólo en la ausencia de enfermedad, sino también en un completo estado de bienestar, por lo que acudir al psicólogo no es sinónimo de estar enfermo, todo lo contrario, es un excelente método preventivo para evitar problemas mayores y lograr un pleno crecimiento personal.

La terapia psicológica es un tratamiento consistente en eliminar o paliar la situación desagradable en la que se encuentra la persona a través de la reestructuración o modificación de algunos de sus pensamientos, conductas o emociones considerados disfuncionales o perjudiciales y que originan parte de su sufrimiento y a la vez, perpetúan la problemática en la que se encuentra, siendo el objetivo primordial de toda terapia, lograr un mayor bienestar y mejorar la calidad de vida de la persona. A través de diferentes técnicas, el psicólogo va rehabilitando o modificando conductas, pensamientos o emociones disfuncionales, dotando de herramientas, habilidades y recursos a la persona, empoderándola, para permitirle enfrentar adecuadamente la problemática que le ha llevado a consulta.

Generalmente la duración de las sesiones es de 1 hora. La terapia no se realiza únicamente en consulta, sino que es un proceso en el que la persona debe implicarse activamente y participar plenamente. El psicólogo propone como “tareas para casa” una serie de pautas y ejercicios para que el paciente practique y lleve a cabo durante el tiempo “entre sesiones”. Debido a esto, es necesario un apoyo continuado para evaluar los avances e ir incorporando cambios progresivamente. Suele ser necesaria una sesión por semana. Conforme avanza el tratamiento, las sesiones se van espaciando en el tiempo hasta concluir la terapia.

El horario es consensuado por el paciente y el psicólogo teniendo en cuenta la disponibilidad de ambos. Existe una amplia variedad de horarios, tanto de mañanas como de tardes.

Se puede cancelar una cita siempre que se avise con al menos 24 horas de antelación. En caso contrario, se facturará la totalidad de la sesión.

Cada persona acude a terapia por diversos problemas y circunstancias personales por lo que las intervenciones son totalmente personalizadas a las necesidades del demandante. El número de sesiones puede ser de una a dos, si la persona sólo necesita orientación psicológica, a llegar a ser un tratamiento de varias semanas o meses. Por lo general, las terapias psicológicas oscilan entre 8 y 15 sesiones, que equivalen a aproximadamente, dos meses y medio, aunque este número de sesiones o de tiempo puede ser menor o mayor dependiendo del caso en particular.

Tanto la terapia online como presencial están avaladas científicamente y son intervenciones altamente eficaces. No obstante, la terapia presencial puede considerarse más completa, pudiendo alcanzar los objetivos terapéuticos más rápidamente, ya que hay matices en el encuentro terapéutico que se pierden de manera online. Si resides en Zaragoza y dispones del tiempo necesario para desplazarte, es recomendable acudir de forma presencial, especialmente si la terapia es con niños o adolescentes, con pareja o en familia. Por el contrario, si no existe la posibilidad de realizar la terapia presencialmente, por cuestiones personales o de distancia, la modalidad online es una excelente opción.

La terapia online se realiza a través de videoconferencia empleando distintos canales encriptados como Skype o Zoom. Es aconsejable que la sesión se realice en un lugar tranquilo y con intimidad, como en tu casa, y si es posible, empleando un ordenador de sobremesa o portátil para mayor comodidad.

Por supuesto que sí. Toda terapia está personalizada para cada paciente. Si tus circunstancias personales se ven alteradas, puedes cambiar de modalidad.

La respuesta es sí. Siendo mayor de 14 años, sólo será necesario el consentimiento por parte del menor sin ser preciso la autorización de sus progenitores o tutores legales. Si el menor tiene menos de 14 años, sí que será obligatorio la firma de sus padres/tutores.

Ambos son profesionales de la salud mental, difiriendo en su titulación académica y la forma de tratamiento que suministran. El psicólogo tiene estudios universitarios de psicología y el psiquiatra, de medicina. Por otro lado, la intervención del psiquiatra es medicamentosa (psicofármacos) y la del psicólogo es comportamental, rehabilitando o modificando conductas, emociones o pensamientos disfuncionales que mantienen el problema de la persona. En términos generales los psicofármacos ayudan a la persona durante la intervención, pero frecuentemente, suele presentarse de nuevo el problema cuando cesa el suministro del medicamento, mientras que la terapia psicológica mantiene sus resultados a largo plazo, ya que los cambios en la persona perduran en el tiempo. No obstante, dichas disciplinas son complementarias entre sí y en muchas ocasiones, son necesarias ambas intervenciones al mismo tiempo.

No. Un psicólogo es un profesional donde su saber se nutre la ciencia y de la evidencia empírica y la forma de aplicar sus conocimientos, es a través del método científico. Para ser un psicoterapeuta o coach, no es necesario la titulación de psicología y sus intervenciones se basan en valores y experiencias personales, normalmente motivadoras, sin aval científico, por lo que son de dudosa efectividad y legalidad, ya que únicamente los psicólogos y/o psiquiatras están legalmente habilitados para intervenir en la salud mental de las personas con garantía y seguridad.

El pago se puede realizar en efectivo, por Bizum, transferencia bancaria o con tarjeta de crédito.